Nació en la ciudad de México
y murió en Cuba (1820-1913). |
Leonardo
Márquez. Ingresó en el ejército
como cadete de la compañía permanente
de caballería en Lampazos, Nuevo León,
en 1836. Combatió en la guerra de Texas
y contra la invasión estadounidense (1847).
Militó en el bando conservador durante
las guerras de Reforma. Fue desterrado al triunfo
del Plan de Ayutla. Regresó en 1858, durante
el gobierno de Zuloaga, para encargarse de la
División del Poniente. En 1859 fue designado
gobernador y comandante militar de Jalisco. Durante
este período ordenó el asesinato
del estadounidense Orlando Chase, en Tepic, lo
que provocó un incidente diplomático
con Estados Unidos. El 11 de abril de 1859 derrotó
en Tacubaya a Santos, lo que le valió el
ascenso a general de división. Concluido
el combate, Miramón le ordenó fusilar
a los oficiales y jefes vencidos y, junto con
ellos, Márquez ejecutó a los médicos,
ambulantes y enfermeros civiles (entre los que
se encontraba el poeta Juan Díaz Covarrubias).
Esta matanza le valió el sobrenombre de
El Tigre de Tacubaya. Fue acusado de malversación
de fondos por Miramón y se le encarceló
durante nueve meses. Al ser liberado se incorporó
a filas. El primero de noviembre de 1860 fue derrotado
en Zapotlanejo por González Ortega. En
1861 reconoció a Zuloaga como presidente
y se refugió en la sierra de Querétaro,
donde se dedicó al bandidaje y a dificultar
la comunicación entre la capital y el occidente
del país. Sus hombres asesinaron a Melchor
Ocampo y él mismo derrotó y asesinó
a los liberales Degollado y Leandro Valle, que
trataban de aprehenderlo. En junio tomó
la garita de San Cosme, de la ciudad de México.
Fue derrotado por Díaz y perseguido por
González Ortega, que lo venció en
Jalatlaco el 13 de septiembre. A fines de ese
mes fue nuevamente derrotado junto con Zuloaga
en Pachuca y Real del Monte por Santiago Tapia.
Al iniciarse la intervención francesa se
unió a los invasores al mando de 2,500
hombres. Asistió a los invasores en el
sitio y toma de Puebla en 1863 y en 1864 realizó
campañas militares en el norte de Michoacán
y el sur de Jalisco. En junio de ese año
fue condecorado por Maximiliano para combatir
al ejército republicano. Acompañó
al austríaco a Querétaro, donde
éste lo nombró general en jefe del
imperio y jefe del estado mayor. El 22 de marzo
de 1867, acompañado de Santiago Vidaurri,
rompió el cerco que los republicanos habían
puesto a Querétaro y viajó a la
ciudad de México para conseguir refuerzos.
De allí se dirigió a Puebla para
auxiliar a los conservadores que eran atacados
por las fuerzas de Díaz; sin embargo, esta
ciudad fue tomada por los republicanos y Márquez
se dirigió a Apizaco, perseguido por Guadarrama.
Cerca de la capital del país sus hombres
fueron derrotados y dispersados por las fuerzas
de Díaz, pero mantuvo la ciudad en su poder
durante 70 días. En junio se ocultó
y salió del país. Vivió en
Estados Unidos y en Cuba. Regresó a México
en 1895 por gestiones de Manuel Romero Rubio,
secretario de Gobernación, y Díaz
lo indultó. Su presencia en México
fue rechazada por la prensa liberal, por lo que
tuvo que regresar a Cuba en 1910.
Musacchio, Humberto. Gran Diccionario Enciclopédico
de México Visual. Tomo III, pp. 1140-1141.
México, 1989.
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